Comprender la piel sensible: factores desencadenantes y soluciones

Mejillas rojas con picazón, cuello escamoso, piel quemada... todos estos son signos de que tienes la piel sensible y algo en tu entorno la está irritando. En este blog, profundizamos en la piel sensible para ayudarlo a comprender su piel sensible y descubrir los desencadenantes comunes, además de soluciones para ayudar a calmar su piel y al mismo tiempo abordar sus otras preocupaciones sobre el cuidado de la piel.

Piel sensible: una descripción general

¿Qué es la piel sensible? Esta condición frustrante e incómoda a veces incluso puede ser dolorosa. Afecta a millones de personas en todo el mundo y es increíblemente común, por lo que si lo experimenta, puede ser útil saber que no está solo, ni mucho menos. Se caracteriza por una piel que se irrita fácilmente, enrojece y pica. Las personas con piel sensible a menudo también experimentan sequedad, descamación y sensaciones de ardor o escozor. 

Causas de la piel sensible

La piel sensible puede ser causada por una variedad de factores, que incluyen la genética, los factores ambientales y las opciones de estilo de vida. Cuando la genética es la culpable, no hay mucho que puedas hacer para curar la piel sensible; sin embargo, puede calmarlo usando los consejos que se analizan más adelante en este artículo. Sin embargo, si los factores ambientales o las elecciones de estilo de vida están causando su piel sensible, es posible que pueda eliminarla por completo haciendo algunos cambios en su vida cotidiana.

Uno de los desencadenantes más comunes de la piel sensible es el uso de productos para el cuidado de la piel que contienen productos químicos agresivos, tintes y fragancias. Estos productos pueden despojar a la piel de los aceites naturales, lo que provoca sequedad e irritación. ¿La solución para esto? Comprar cuidado de la piel para pieles sensibles. Estos productos están diseñados específicamente para la piel que es propensa a la irritación, a menudo contienen ingredientes calmantes y omiten los productos químicos agresivos que son irritantes comunes. 

Otro desencadenante de la piel sensible es la exposición a factores ambientales como la contaminación, las temperaturas extremas y la luz solar. Estos factores pueden dañar la barrera cutánea y causar irritación. Trate de no pasar mucho tiempo en áreas altamente contaminadas y siempre use un SPF fuerte cuando esté al sol. Sí, siempre; incluso si solo está comprando y estará dentro y fuera del automóvil a la tienda; te sorprendería cuánto tiempo pasas realmente al sol cuando caminas durante tus actividades diarias.

El estrés también puede ser un desencadenante de la piel sensible. Cuando estamos estresados, nuestro cuerpo produce hormonas que pueden causar inflamación e irritación en la piel. A veces es poco lo que podemos hacer al respecto. Aún así, puede incorporar actividades para reducir el estrés como parte de su régimen de cuidado personal, incluido el yoga, la meditación o los ejercicios de respiración profunda.

La dieta también puede desempeñar un papel en la piel sensible. Ciertos alimentos pueden desencadenar la inflamación en el cuerpo, lo que lleva a la irritación de la piel. La mejor manera de combatir las sensibilidades de la piel relacionadas con los alimentos es asegurarse de que su dieta se base principalmente en alimentos integrales a base de plantas, como frutas, verduras y granos integrales. Las bayas suelen ser especialmente beneficiosas. Asegúrese de también evitar los alimentos que son propensos a causar irritación, como los alimentos procesados ​​con alto contenido de azúcar y sal.

Cómo calmar y calmar la piel sensible

Puedes relajarte porque, te lo prometemos, hay alivio ahí fuera. Ya sea que busque ayuda profesional de un dermatólogo o busque primero una solución casera, hay varios pasos que puede seguir para ayudar a aliviar y calmar su piel irritada o sensible.

1. Humectar --- Uno de los pasos más importantes para calmar la piel sensible y prevenir la irritación es hidratar la piel. Hay tantas opciones en el mercado. Tu puedes elegir humectantes piel sensible para eliminar cualquier posible irritante y mantener los ingredientes simples, suaves y efectivos. Según el producto y su piel, puede aplicar la crema hidratante una o varias veces al día. Los excelentes ingredientes que debe buscar en su humectante para piel sensible son ceramidas, ácido hialurónico y glicerina.
2. Limpiar --- Otra forma de ayudar a la piel sensible es usar limpiadores suaves y no abrasivos. Limpiadores suaves se puede combinar con agua fría o tibia, ya que el agua caliente puede irritar la piel sensible (y con frecuencia te hace pensar que es el limpiador cuando en realidad es el calor). Una vez que su cara esté limpia, séquela con una toalla suave en lugar de limpiarla.
3. Exfóliate con cuidado --- Si tienes la piel sensible, también es importante que evites exfoliarte con demasiada frecuencia. La exfoliación puede ser beneficiosa para eliminar las células muertas de la piel, pero la exfoliación excesiva puede causar irritación e inflamación. Limite su exfoliación a una o dos veces por semana y elija un exfoliante suave diseñado específicamente para pieles sensibles.
4. Aloe Vera --- Además de estos pasos para el cuidado de la piel, existen varios remedios naturales que pueden ayudar a calmar la piel sensible. El gel de aloe vera es un antiinflamatorio natural que puede ayudar a reducir el enrojecimiento y la irritación. Aplique una pequeña cantidad de gel de aloe vera en el área afectada y déjelo actuar durante 10-15 minutos antes de enjuagar. Puedes elegir un gel 100 % de aloe en una farmacia local o, mejor aún, usarlo directamente de tu propia planta de aloe vera.
5. Manzanilla --- El té de manzanilla es otro remedio natural que puede ayudar a calmar la piel irritada. Prepara una taza de té de manzanilla y deja que se enfríe a temperatura ambiente. Remoje un paño limpio y suave en el té y aplíquelo sobre la piel irritada durante 10-15 minutos.

Recuerda estos consejos para prevenir la irritación en tu piel sensible: hidrata con frecuencia, protege con SPF, respira profundamente, limpia sin exfoliar y, como siempre, busca el asesoramiento personalizado de un dermatólogo según sea necesario.